Ramas de la filosofía
En la epistemología se puede observar uno de los grandes problemas que muchos desconocemos de la diversidad cultural el cual es la discriminación étnica y racial que se consideran una práctica originada en las estructuras de centralización. También la imposición del modelo económico capitalista, de la mano de las fuerzas armadas y la violencia, suele generar muchos desplazamientos en poblaciones acostumbradas y establecidas en territorios de alto interés estratégico.
En la epistemología se puede observar uno de los grandes problemas que muchos desconocemos de la diversidad cultural el cual es la discriminación étnica y racial que se consideran una práctica originada en las estructuras de centralización. También la imposición del modelo económico capitalista, de la mano de las fuerzas armadas y la violencia, suele generar muchos desplazamientos en poblaciones acostumbradas y establecidas en territorios de alto interés estratégico.
La pérdida
cultural y de identidad de los pueblos se produce en el instante en que estas
acciones son llevadas a cabo sin respeto alguno por las culturas, hecho que permite
establecer e igualar los modelos de
consumo y producción propicios del sistema que conocemos. Según datos
oficiales, los más de 1.390.000 indígenas de Colombia (el 3.36% del total de la población nacional -Ministerio de
Cultura-) que sufren de problemas para garantizar su subsistencia, ante
procesos de colonización o expropiación, conflictos bélicos o transformaciones
de las condiciones ambientales y los ciclos naturales, incluidos por cambios
climáticos, de los cuales también dependen.
La eliminación de los elementos de identidad de los pueblos y
culturas de todo el mundo genera una gran pérdida de patrimonio, volviendo la
sociedad de seres humanos iguales, donde no exista más la diversidad, las
diferencias y las raíces que nos han identificado siempre. Es por tanto
importante velar por la subsistencia y protección de nuestros elementos
culturales más profundos, personales y característicos, al mismo tiempo en el
que respetamos el resto.
En la antropología a pesar de que la diversidad es un
fenómeno natural, los hombres han reaccionado de una manera negativa respecto a
la diversidad. Ha habido una tendencia al verla como una “monstruosidad”. Los
hombres han tomado una actitud etnocentrista en donde se rechaza las formas
culturales- morales, religiosas, sociales. Cuando nos enfrentamos con algo diferente
a nosotros recurrimos a malos términos
para calificar los distintos en el otro. Incluso, a un extraño puede ser
visto como un ser “sobrenatural”. Otra actitud que el hombre toma es la que se
ha proclamado en los grandes sistemas religiosos (cristianismo, budismo,
islamismo); filosóficos (liberalismo, marxismo) y en las grandes declaraciones
de los derechos del hombre. En todos estos sistemas se proclaman la igualdad al no olvidar
de que el hombre realiza su
naturaleza en culturas tradicionales. La
igualdad es relativa. Proclamar el respeto por el otro implica conciliar el
derecho de cada cultura a ser como es, pero ese modo de ser puede chocar o
entrar en contradicción, en algunos aspectos, con los principios filosóficos o
religiosos de esos sistemas
Política
Según la Unesco en 2005 en la convención sobre la protección y
promoción de la diversidad de las expresiones culturales establece que la
diversidad cultural y étnica es esencial a la humanidad constituyen el patrimonio cultural más provechoso y
variado, componiendo esto un motor fundamental para el desarrollo sostenible.
La diversidad
cultural en Colombia se manifiesta en una gran variedad de identidades y de
expresiones culturales de los pueblos y comunidades que conforman la nación. Múltiples
grupos étnicos como los afrocolombianos, raizales, palanqueros o gitanos, indígenas,
campesinas, mestizos y migrantes hacen parte de un mosaico cultural del país.
En 1991 la Constitución Política de Colombia
reconoció la diversidad étnica y cultural del país. Esto se tradujo en normas,
políticas y acciones institucionales para promover y salvaguardad la diversidad
étnica Colombiana. En 2008 fue adoptada la ‘Política de la diversidad étnica’.
Ésta tiene como principio el reconocimiento de grupos poblacionales anteriormente
mencionados grupos en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, el
país sigue luchando por construir una estrategia cultural de reconocimiento y
respeto por la diferencia, el diálogo y la práctica intercultural dirigida a
grupos poblacionales culturalmente diferenciados. Actualmente entre la
población colombiana aún permanecen prejuicios y prácticas de discriminación y
exclusión social, étnica, de género, de creo, físicas, culturales y de
orientación sexual. Seguir construyendo una política de gobierno diferenciada
para dichas poblaciones sigue siendo un gran reto para la nación.
Ontología
El derecho a
la propia identidad ha sido reivindicado como un derecho importante y
universal. El filósofo Antonio Rosmini (1797-1855) ha tratado extensamente el
tema de la identidad, del derecho y del derecho a las diferencias dentro del
derecho. Es sobre todo el tema de la igual dignidad humana lo que hace urgente
pensar en la base de la idea de identidad y en las consecuencias sociales y políticas
de la misma.
Cuando se
afirma que “el ser es el ser” se está expresando la identidad del ser, se está
enunciando una tautología, pero con el matiz de su continuidad o permanencia.
El principio de identidad expresa la misma idea pero explícitamente: como
sujeto (el ser), siendo (es) dicho o predicado (el ser).
En la
concepción rosminiana, el ser es uno en su ser esencial (el ser no es más que
ser); pero es trino en sus formas de ser: el ser es real (o sentimiento,
subjetividad), el ser es ideal (inteligibilidad, objetividad, idea del ser), y
el ser es relación moral (el reconocimiento que el sujeto hace de los objetos
en tanto y en cuanto son, lo que constituye la base de la justicia y de la
diversidad). En efecto, no solo somos en cuanto sentimos y vivimos, sino que
nuestras ideas son algo (son idealmente aunque no sean reales); y nuestros
actos morales también son (aunque no son solo un sentimiento ni una idea). En
un primer sentido, entonces, en el ser (indeterminado, sin especificación alguna)
se da una identidad esencial, absoluta, sin ningún tipo de consideración a las
relaciones que puede tener.
En este sentido, el ser es
absolutamente ser y nada más que ser. Si se lo piensa no se lo puede pensar más
que de la misma manera, perdurando en lo que es, y es posible, de este modo,
adquirir la conciencia de su identidad. Pero el ser y los entes pueden ser
considerados en sus formas de ser. Por ejemplo, se puede considerar la manzana
real y la idea de manzana. La manzana en su contenido (en lo que es, en su
esencia) es la misma; pero en sus formas de ser (como realidad o como idea) es
diversa. En este caso, se da identidad en lo esencial, en el contenido genérico
de su ser, pero una diversidad en las formas de ser. Si nos referimos entonces
a la identidad de la manzana, ésta posee una identidad en lo que es (su esencia
genérica o ser, sin que se considere las formas en las que es); pero no es
idéntica en las formas de ser: no es lo mismo ser una manzana real o ser una
idea de manzana).
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